El ´Nacimiento´ de la Liga OXXO Misión (1ª de 5 entregas)

Por
2023-08-01
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(Esta es una historia que solo viene a confirmar que los niños y jóvenes solo están esperando que nosotros los adultos los organicemos y les indiquemos el camino a seguir, basado esto en dos aspectos de suma importancia para la formación de ellos como ciudadanos de bien: Estudio y Deporte)

 

Por Alberto Arellano Chávez

(Fecha de 1ª  actualización: 24 de Octubre de 2019 / 2ª. actualización; 1° de agosto de 2023)

¡Erase una vez!... ¡´Queremos jugar contra otros´!, esa era la trillada frase o ´cantaleta´ que todos los días me soltaban los niños de la cuadra, esto cada vez que me veían llegar a casa después de una jornada de trabajo.

Esto sucedía mientras paraban la "reta" o "cascarita" que permanentemente sostenían al caer la tarde en la calle Bacum de la colonia Misión. A tal grado era su afinidad deportiva, que nos dimos a la tarea de poner unos topes reductores de velocidad a efectos de salvaguardar la seguridad de los niños. Esos topes han sido mudos testigos del crecimiento personal de esa camada de infantes.

Eran las vacaciones de verano del 1994 cuando al "Negris" Arellano y a sus amiguitos: Alán, "Chino", Aarón, Isaías, "Pichi", "Último Dragón", Iván, Matías, Gerardo, entre otros que vivían en los alrededores de la cuadra les entró la "ventolera" de jugar futbol, su promedio de edad oscilaba entre los 7 y 9 años de edad.

Era tanta su insistencia de los niños por retar a otros, que un buen día recién iniciado el ciclo escolar les tomé la palabra y les respondí: ´Esta bien, vamos a procurarles otros rivales´.

Así pues las cosas, una mañana de principios de octubre, nos apersonamos en la Escuela Primaria "Profesor. Demófilo Maldonado" de la colonia "Camino Real" y le pedimos al director Armando Rendón (+) la oportunidad de dirigirnos al alumnado, esto sucedió  cuando estaban formados en la cancha prestos para entrar a los salones, se trataba del turno matutino. El recordado mentor amablemente nos presentó ante la audiencia estudiantil y me cedió el micrófono.

Previa salutación generalizada, una sola pregunta hicimos, micrófono en mano soltamos la pregunta de rigor: ¿Quién quiere jugar futbol?

La respuesta no se hizo esperar… todos los niños y unas cuantas niñas alzaron al parejo sus brazos en señal de aprobación a la propuesta que lanzamos al aire..

Ese día era miércoles y ahí quedó fincada la invitación formal para vernos el sábado inmediato a las cuatro de la tarde en el campito de futbol que se encontraba a un costado de la escuela –donde actualmente está una iglesia evangélica-.

Llegó el sábado y la cita no se podía cancelar, esa tarde llegué a casa y ya me estaban esperando los amigos de mi hijo, listos para irnos al campito de la "Demófilo ;Maldonado".

Después de comer, este servidor y la bolita de amigos de mi "Negris", nos dirigimos juntos al punto de reunión, la cita estaba pactada y no podíamos fallar. Vaya sorpresa que nos llevamos al doblar la esquina del callejón Sahuaro, en el campito había ya no menos de 200 (doscientos) niños y jóvenes esperándonos, eran casi las cuatro de la tarde. La convocatoria hecha pública en la explanada de la escuela primaria el miércoles anterior había surtido efectos.

La reflexión inmediata fue en el sentido de que no había tiempo para dar marcha atrás, es decir: "Pa ´tras ni pa´ agarrar vuelo", ya estábamos entrados. Las caras sonrientes de los niños eran el mejor aliciente para empezar actuar en consecuencia.

Esa marea humana de niños la tuvimos que empezar acomodar por tamaños, gracias a la ayuda de algunos padres de familia que acudieron acompañando a sus hijos para ver de qué se trataba el asunto, es como pudimos organizar a los incipientes futbolistas del sector.

Rápidamente pudimos definir e integrar por estatura 8 (ocho) equipos "infantiles" y 4 (cuatro) "juveniles". 12 equipos con 18 jugadores cada uno, de golpe y porrazo, ya estaban más que armados.

Los bautizos de nombres deportivos se dieron inmediatamente: "Borregos", "Toros", Halcones", "Águilas", "Venados", "Potros", fueron algunos de los que se empezaron a mencionar.

Así fue como un día de principios de octubre de 1994 nació la liga… Dimos por hecho que el 12 de octubre era la fecha que íbamos a considerar como la del nacimiento de la Liga Oxxo Misión. Esa es la historia real….

Redondeados los equipos, todos fueron citados para que al día siguiente (domingo) se presentaran con camiseta blanca a partir de las 8 de la mañana en el mismo escenario. "Ahí mismo sabrán contra quién y a qué horas jugarían su primer partido. Unos lo harían con camiseta y otros "bichis", dependiendo del "voladito", se les dijo.

Así las cosas, no nos quedo otra más que habilitar el terreno donde se llevarían a cabo los encuentros. Algunos de los padres de familia ahí presentes hicieron suya la causa y se dispusieron a echarnos la mano.

Por principio de cuentas entre todos limpiamos el espacio de marras, levantamos una de las porterías que estaba tirada y cuando ya eran cerca de las ocho de la noche dimos por hecho que el escenario ya estaba listo para recibir a los equipos al día siguiente.

Entre los padres de familia que nos echaron la mano estaban algunos de la colonia "Sahuaro", recuerdo especialmente al papa de los "Leyva", un maestro albañil que ponía la muestra de la solidaridad y el trabajo en equipo a propios y extraños.

Sin duda que mis apreciados vecinos: Jesús Santiago, Matías Peralta y Leonardo Contreras, jugaron un papel importante esa jornada, sin ellos a la mejor no hubiéramos sacado adelante con entusiasmo el naciente movimiento deportivo.

(Continuará… ¡Y que van llegando todos bien temprano!)